El mundo del rock lamenta la muerte de Sam Rivers, bajista y uno de los miembros fundadores de Limp Bizkit. Nacido en Jacksonville, Florida, el músico falleció el 18 de octubre de 2025 a los 48 años. Su talento fue esencial para definir el estilo nu-metal que llevó a la banda a la fama mundial desde mediados de los noventa.

Rivers destacó por su característico sonido, que fusionaba el funk con la fuerza del metal, y fue parte fundamental en discos icónicos como Significant Other y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water. Su energía en el escenario y su técnica lo convirtieron en uno de los bajistas más reconocidos del género, siendo incluso premiado por su desempeño a inicios de los 2000.

A lo largo de su carrera, Sam también compartió las batallas que enfrentó fuera del escenario. En 2017 fue sometido a un trasplante de hígado, consecuencia de problemas de salud derivados del alcohol. Pese a ello, su influencia musical y su aporte a la historia de Limp Bizkit permanecen intactos, dejando un legado imborrable para los fans del rock y del nu-metal.